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Brechas de locuras.
Brechas de soledad.
Jirones de vida
sin fundamento,
como pedestal
sobre arenas movedizas.
Amores que encierran,
amores que atrapan,
que absorben, que asfixian.
Locuras impredecibles,
dolores invisibles,
huecos espirituales.
Seres que se arrastran y oscilan
sobre hilos de arácnidos.
Tentáculos que asustan,
que te retan,
que dejan impresiones
de seres que han partido,
envilecidos por la Parca, que,
ceñida en halos de colores,
llega a cada instante
como hada cristalina
y se despide
con locos regocijos,
escurriéndose en la brecha...
Marzo/2010
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