Desde que yo nací sufres callada
tu esfuerzo para que pueda salir,
mi joven corazón comienza a latir
con tu primera tierna mirada.
Poco tiempo de vida llevada,
me hace falta tu amor para vivir,
mi cabeza tu pecho ha de sentir
para hacer mi vida relajada.
Tu principal virtud es paciencia
y nunca aflora maldad alguna
aunque escasa sea tu experiencia.
Siempre una mano mecerá mi cuna
y en mi vida será siempre tu esencia
porque madre solamente hay una.
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Soneto dedicado a mi madre, y por extensión a todas las demás, en el mes de mayo, en que se conmemora el día de la madre.
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