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No puedes, no puedo |
Rosa María Muñoz Lozano |
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Tu rostro, tu piel, tus manos,
tu mirada, tu risa, tu olor
me han acompañado
estos días
Como un amante fiel, entregado,
sin dudas, sin fisuras.
Tu entrega, tu firmeza, tu alegría,
tu elegancia y caballerosidad
iban a mi lado
y te sentías
como si siempre hubieras estado allí.
El amanecer, el atardecer,
la noche, la vigilia y el sueño
eran uno y nos sentíamos uno.
No, después de esta fusión
única, adorable, apaciguadora,
en privado y en público,
no puedes pedirme
que te siga compartiendo,
no puedes y
yo no puedo.
se acabó tu tiempo de sacrificio,
de presencia forzada,
incluso ayer las estrellas te dijeron
que sólo puede existir una.
No, no puedes seguir pidiéndomelo
después del nueve,
Y yo, yo no puedo sin ti. |
Rosa Muñoz
Torrevieja, 8 de noviembre de 2009
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